Wanda Becher
5 de mayo del 2025
¿Sabías que es muy normal que te engañen vendiendote plata por oro blanco o platino?
En este artículo te voy a contar como podes diferenciarlos. ¿Empezamos?
- Introducción: el dilema de los metales blancos
- ¿Qué es el oro blanco y cómo se fabrica?
- Platino y plata: metales nobles con identidad propia
- Diferencias clave al comprar joyas
- Conclusión: cómo elegir el metal ideal para vos
📝 Introducción: el dilema de los metales blancos
A simple vista, el oro blanco, el platino y la plata pueden parecer lo mismo. Los tres tienen ese color blanco brillante que da un toque elegante y moderno a cualquier joya, desde anillos de compromiso hasta cadenas, pulseras o dijes. Sin embargo, cada uno de estos metales tiene características propias que influyen en el valor, el mantenimiento, la resistencia y la experiencia de uso de la joya.
Muchos compradores se confunden creyendo que son intercambiables o que uno es una imitación del otro. Pero la verdad es que cada uno tiene su composición, sus ventajas, y su lugar dentro del mundo de la joyería. Si estás pensando en comprar una pieza importante, regalar algo significativo o simplemente querés saber qué estás usando en tu piel todos los días, conocer estas diferencias te va a permitir tomar una mejor decisión.
En este artículo te explicamos qué es realmente el oro blanco, cómo se distingue del platino o la plata, y qué tener en cuenta a la hora de elegir entre ellos. Porque en joyería, el conocimiento también brilla.
💎 ¿Qué es el oro blanco y cómo se fabrica?
El oro blanco no es un metal blanco natural, sino una aleación. Se obtiene al combinar oro puro (que es naturalmente amarillo) con otros metales blancos como el níquel, el paladio o el zinc. Esta mezcla le da ese tono claro y frío que se busca, además de mayor dureza, ya que el oro puro es muy blando para usarse solo en joyería.
Para lograr ese acabado brillante y plateado que caracteriza al oro blanco, la mayoría de las piezas se recubren con una fina capa de rodio, un metal precioso que aporta luminosidad y protección superficial.
Este baño de rodio, sin embargo, se desgasta con el uso y puede requerir mantenimiento para que la joya conserve su color y brillo original. Aun así, el oro blanco es muy valorado por su apariencia sofisticada, su resistencia al paso del tiempo y su versatilidad para combinar con piedras preciosas de todo tipo.
Una joya de oro blanco es ideal si buscás un equilibrio entre lujo, elegancia moderna y durabilidad. Eso sí: asegurate de que esté bien señalada con su quilataje (por ejemplo, 750 para 18 quilates) y preguntá si tiene baño de rodio para saber qué esperar con el tiempo.
¿Te interesa tener joyas de este estilo? visita nuestra tienda online y mira nuestro catalogo!
💍 Platino y plata: metales nobles con identidad propia
A diferencia del oro blanco, tanto el platino como la plata son metales blancos naturales. El platino es uno de los metales más raros y densos del mundo. Es extremadamente duradero, hipoalergénico y no necesita baños ni recubrimientos, ya que su color es blanco natural. Su resistencia al desgaste lo hace ideal para joyas que se usan a diario, como anillos de boda. Además, el platino suele ser más pesado que otros metales, algo que se percibe al sostenerlo en la mano.
Por otro lado, la plata —especialmente la plata 925 o plata de ley— también es muy popular en joyería. Es mucho más accesible en precio que el platino o el oro blanco, pero también es más blanda y propensa a rayarse o mancharse con el tiempo. Aun así, bien cuidada, una joya de plata puede durar años y seguir luciendo hermosa. Es una excelente opción si querés lucir elegante sin romper el presupuesto.
Las principales diferencias entre estos tres metales blancos están en su composición, su mantenimiento y su costo. Mientras que el oro blanco es una mezcla y necesita baño de rodio, el platino es puro, más caro y de mayor durabilidad, y la plata es accesible, noble pero más delicada.
Conclusión: cómo elegir el metal ideal para vos
Saber diferenciar entre oro blanco, platino y plata es clave para elegir la joya adecuada según tu estilo, tu presupuesto y tus expectativas. Si buscás algo refinado y resistente con buena relación entre precio y durabilidad, el oro blanco es una excelente opción. Si querés la máxima pureza, longevidad y no te importa invertir más, el platino es imbatible. Y si preferís una alternativa estética, accesible y con tradición, la plata sigue siendo una elección noble y encantadora.
Recordá siempre consultar por la composición de la pieza, si tiene baños de rodio o tratamientos especiales, y cuidarla según sus características. Elegir bien no solo es cuestión de gusto: también es una forma de asegurarte que esa joya que tanto te gusta dure toda la vida.
¿Te interesa este tema? ¿Querés saber más? visitá nuestro blog, tendremos mas contenido como este!
Publicado originalmente el 5 de mayo de 2025.
Escrito por Wanda Becher
Revisado por Matias Colloso